
Se busca máster Big Data
Hoy en día formarse en Big Data parece una apuesta segura… pero también bastante costosa. Es muy importante elegir el centro adecuado pero también hay que tener en cuenta qué tipo de conocimientos son los que mejor se adaptan al futuro educando.
Hace algunos meses yo estaba en “búsqueda activa” de este adiestramiento. A día de hoy ya estoy matriculado en un master Big Data. El proceso seguido con la escuela elegida ha sido algo curioso.
En el post anterior (para verlo pincha aquí) hablaba de los frontender y backender en Big Data; para entender mis tribulaciones es interesante saber a lo que me refiero cuando mento ese par de conceptos. Yo había contactado la escuela de negocios a la que acudiré la mayoría de los fines de semana durante los próximos 11 meses con motivo de una feria de empleo que se hizo sobre Big Data (se habla de ella en este post).
En este centro ofrecen tres programas alternativos sobre estas tecnologías, uno de ellos dirigido a backenders natos, es decir, incluye programación, más programación, alguna cosa adicional y ¡más programación! Su público típico son frikies que no alcanzan los 30 años de edad. En el otro extremo está un programa dirigido a frontenders. Se habla de marketing, de cuadros de mando y demás cuestiones relacionadas con la alta dirección de las empresas; su punto diferenciador con un MBA típico es que la amalgama que da cuerpo a las diferentes materias es la cuestión de los datos. Finalmente ponen a disposición un tercero, aunque supuestamente en terreno intermedio entre los dos primeros realmente se parece mucho al segundo, sólo que salpimentado con algún taller de programación.
Desde el primer instante el consejero académico me alejó del master de programación y sólo en concesión a mis inquietudes sobre el picado de código y mi interés por entrar en las profundidades de la informática admitió el que me matriculase en el intermedio. Todos ellos empezaban en un plazo de 4 meses.
A los dos meses hago una llamada desde mi móvil a la comercial que se encarga de mi seguimiento y le digo que he decidido matricularme con ellos, pero lo voy a hacer en el master de los frikies, vamos ese en el que hay que dar a la tecla intensivamente. Me soltó que me oía fatal, que tenía mala cobertura y que si me podía pasar por el centro esa misma tarde. A las 4 como un clavo estaba allí. La chica me hizo un pase muy torero y me puso en suertes con la persona que diseñó los contenidos de los tres masters en liza.
Tras los saludos de rigor e indagar someramente mi interlocutor sobre mis intereses big data, y sin perder de vista mi currículum que ya empezaba a notar los achaques del tanto deambular de mano en mano, me dice que tengo que hacer el programa Executive, o sea el destinado para los frontender de pro. Yo insisto en hacer el de la programación, él me razona mil cosas… yo erre que erre.
Supongo que un poco cansado de mi insistencia me suelta que NO me van a permitir hacer allí el programa en el que estoy empeñado, el que me conviene es el Executive. ¡Ese o nada!
Dentro de mi cabeza revoloteaban varias cuestiones:
– Cuando uno mira ofertas de empleo en el sector lo que se busca mayoritariamente son perfiles backender. A veces también piden otro tipo de saberes como es la gestión de proyectos o experiencia en algún sector, pero siempre mucha experiencia con los códigos.
– Yo tengo más de 50 años y un perfil claramente de gestor y/o técnico comercial, frontender al fin y al cabo. También tengo unos cuantos conocimientos de programación. Cuando fui a la feria de empleo me dijeron que estaban buscando perfiles como el mío. Lo cierto es que unos cuantos curriculums más tarde no ha llamado nadie. ¿Esto será lo que seguirá ocurriendo después de finalizar el master?
– Por otra parte mi interlocutor afirmaba que él estaba en estrecho y continuo contacto con las empresas y que los contenidos los implementó viendo las necesidades reales de las mismas. Además llevan 20 años impartiendo clases de Big Data y sus ancestros.
– También afirmó con rotundidad que a los tres o cuatro meses de comenzar el curso todos los alumnos que se tomasen realmente en serio el programa tendrían ya entrevistas de trabajo…¡y con buenos emolumentos!
Estamos en una escuela de negocios dirigida principalmente a temas de marketing. Desde el primer momento estaba claro meridiano eso de que “en casa de herrero, cuchillo de palo” NO rezaba con ellos. Todas las personas con las que allí hablé se les notaba que estaban bien curtidos en labores comerciales, dominando bien las palabras, también los silencios y por ende los tiempos.
Cuando se hace labor comercial es importante tener en cuenta que en el momento que un cliente ya ha decidido hacer una compra no se le deben ofrecer ninguna alternativa porque lo más fácil es que finalmente desista de su primera idea pero sin adquirir la otra. Se supone que lo correcto es reforzarlo en la decisión que acaba de tomar.
Yo (cliente en este caso) tenía tomada mi decisión. Mi interlocutor, persona habituada al marketing me decía que no me vende lo que yo quiero, y que o cojo lo otro o nada de nada. Logró sembrar en mí una duda razonable. Finalmente opté por seguir sus consejos.
En unos días dan comienzo las clases. ¡¡¡La duda sigue!!!
Seguiremos informando.